- ¡Hola! ¿Como va?-
- ¡Pues estoy superagobiada! -
- ¿Y eso? -
- Porque tengo que hacer los regalos para navidad, ayudar a Little Miss Impatient con el cumple del peque, hacer unos trabajos de ganchillo para Spinmeets y esta semana aun no he tenido tiempo de escribir una entrada en el blog-
- Bueno, si quieres te ayudo, dime como funciona la máquina de coser o como va eso del ganchillo -
- ¡Sí, hombre! ¡Con lo manazas que tu eres! mira, si quieres escribe una entrada para el blog -
- ¿Y de que escribo? -
- No se, de lo que tu quieras -
- Pues hablaré de tí -
- Perfecto, porque es MI blog, que no se te olvide -
Y aquí estoy....
Como habréis deducido de la conversación que he transcrito, la mamá de Joan Petit (a partir de ahora Lamamá que es más corto) está en un periodo de febril actividad "maternomanualcosturil". Yo no sé que ocurre en las mujeres cuando son madres, pero parece como si les hubiera picado una araña radioactiva; o como si, de repente, se dieran cuenta que provienen del planeta Kripton; es traer al retoño al mundo y desarrollan los conocidísimos superpoderes de madre. Lamamá se ha convertido en multitarea: trabaja, cose, va a reuniones, teje, cuida de Joan, hace la comida, entra en internet a buscar nuevas ideas en las que meterse (ahora le ha dado por la reposteria), blogea.... y aun tiene tiempo para ponerse cariñosa conmigo.
Y esto no lo he notado solo en Lamamá, otras madres que conozco también desarrollan increibles capacidades. Sin ir más lejos, cuando yo era pequeño, mi madre desarrolló la visión de rayos X. Si mi hermano y yo estabamos en nuestra habitación haciendo alguna trasatada y ella pasaba por el pasillo, aun con la puerta cerrada, sabia perfectamente qué estabamos haciendo.
Volviendo a Lamamá y a sus habilidades, estando embarazada ya adquirió el poder de la zapatilla teledirigida. Un dia, nuestro perro estaba haciendo alguna de la suyas (no recuerdo si estaba intentando coger comida de la mesa o algo así) y ella lo pilló "in fraganti". El animal, que ya sabia lo que le esperaba, echó a correr por el pasillo y se metió en una habitación al tiempo que Lamamá se quitaba la zapatilla y la lanzaba. Yo pude ver con mis propios ojos como la zapatilla emprendia un vuelo en linea recta y, justo al llegar a la habitación por donde habia huido el pobre perro, realizaba un perfecto giro para entrar por la puerta, instantes después se oyó un plaf y un gemido... y en seguida salió el gamberro cuadrúpedo con el rabo entre las piernas y las orejas gachas acercándose arrepentido a Lamamá y ella como tiene mucho genio pero también es un trozo de pan, le acarició la cabeza y le dijo "no lo vuelvas a hacer".
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El protagonista de la anécdota |
Bueno, ¿y vosotras? ¿habéis desarrollado poderes maternos? y para los papás ¿habéis notado esos cambios en vuestras parejas? Contádnoslo en los comentarios.